Historias que cautivan: el principio del oso de Wes Kao

Aprende cómo cortar antecedentes innecesarios y mejorar el ritmo de tus historias, presentaciones y otras interacciones de comunicación.

Probablemente te ha sucedido.

Estás en una presentación o charla, alguien cuenta una historia o explica algo y se va por las ramas y pierde el interés de la audiencia. Nunca llega al punto central, al argumento, al hito, a eso que recordarás después.

Wes Kao, experta en marketing y liderazgo, tiene un antídoto para solucionar ese problema. En este artículo ofrece un consejo simple pero poderoso: empieza la historia justo antes de que te coma el oso.

Es lo que podríamos llamar “el principio del oso”.

El principio del oso consiste en empezar tu historia, precisamente, antes de que te coma el oso. Es decir, eliminar la información previa no esencial y centrarte en la parte más interesante o relevante de tu mensaje. Así lograrás captar la atención de tu audiencia desde el principio y mantenerla hasta el final.

Este es el ejemplo que usa Wes Kao:

“Por ejemplo, puedo contarte una historia sobre cómo fui de campamento: hace tres meses, empecé a buscar parques nacionales. Investigué opciones de arriendo de autos. Compré un polar Patagonia. Conduje cinco horas hasta el parque. Armé nuestra tienda de campaña. Finalmente, 30 minutos después, digo: ‘Y la última noche, Steve dejó carne seca afuera. Oímos ruidos afuera. Lo siguiente que sabemos es que casi nos ataca un oso’”.

En este artículo, te explicaremos cómo aplicar el principio del oso en diferentes medios y situaciones, y te daremos algunos ejemplos para que lo pongas en práctica.


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Resumen del artículo

  • Parte I: Kao propone el principio de “empezar justo antes de que te coma el oso” para eliminar la información irrelevante y centrarse en lo importante. Así, dice, las historias, explicaciones y presentaciones son más eficientes e impactantes.
  • Parte II: Kao distingue entre el contexto que es necesario para establecer el marco y los antecedentes que son tangentes, detalles aleatorios y agujeros de conejo. Ella sugiere apuntar al “mínimo viable de antecedentes” y después añadir información relevante, si es necesario.
  • Parte III: Kao ofrece ejemplos de cómo aplicar el principio del oso en diferentes medios y situaciones.

¿Qué son los antecedentes (backstory) y por qué debes evitarlos?

El backstory o antecedentes es toda la información que precede al punto central de tu historia. Son los detalles, las anécdotas y las tangentes —las ramas— que crees que son necesarios para dar contexto a tu mensaje.

Sin embargo, el backstory suele ser innecesario y contraproducente en algunos casos, dice Wes Kao.

Al dar demasiada información previa, corres el riesgo de abrumar, confundir o aburrir a tu audiencia. Además, reduces el tiempo que tienes para transmitir lo que realmente importa.

Por eso, Kao recomienda apuntar al “mínimo viable de antecedentes”. Es decir, dar solo la información imprescindible para establecer el marco de tu historia. Y luego, si es necesario, añadir información relevante a medida que avanza tu relato.

¿Cómo aplicar el principio del oso en diferentes medios y situaciones?

El principio del oso se puede aplicar en cualquier medio o situación en la que quieras comunicarte con una audiencia. Ya sea que estés escribiendo un artículo, dando una presentación, haciendo una venta o respondiendo a una pregunta.

Aquí van algunos de los ejemplos que usa Wes Kao para ejemplificar cómo aplicar el principio del oso en diferentes medios y situaciones:

Artículos. Sigue el consejo de Lenny Rachitsky, autor de un boletín que llega a más de 500 mil personas: “Corta todas las palabras que no sean absolutamente necesarias. Haz que tu introducción sea un 50% más corta. Entra en el meollo de tu publicación lo más rápido posible”.

Presentaciones. Dice Kao: “Si has asistido a un seminario web, a un taller de conferencia o a una charla magistral, es probable que hayas visto a oradores que pasan demasiado tiempo en la diapositiva “Acerca de mí”, que es la encarnación de la diapositiva de demasiada historia de fondo”. Si estás dando una presentación, empieza con una frase que resuma el objetivo o la tesis de tu charla. Luego, usa una historia o una anécdota que ilustre el problema o la oportunidad que quieres abordar. Evita los slides con demasiado texto o datos, y usa gráficos, imágenes y vídeos para apoyar tus argumentos. Termina con un resumen de los puntos clave y un llamado a la acción.

Respondiendo preguntas del jefe. Concéntrate en lo medular. Es distinto decir: “Esto pasó, luego esto otro pasó, y este es el proceso que realicé, y luego esto otro y otra cosa que olvidé mencionar…”. A decir: Acá hay un resumen de 3 líneas de “mínimo viable de antecedentes”.

Kao también proporciona numerosos ejemplos de uso en llamadas de venta, podcast (como invitado o anfitrión), entrevistas de trabajo, fiestas, en videos de marketing, en seminarios, presentaciones a ejecutivos, durante un curso o taller, en reuniones (¡por favor!).

Una herramienta narrativa poderosa

El principio del oso es una herramienta poderosa para mejorar tu comunicación y captar la atención de tu audiencia. Es una forma de pensar dos veces cómo estructuras tus relatos y tomas en consideración el tiempo e interés de tus interlocutores.

Si quieres seguir leyendo sobre el poder de contar historias, te recomendamos nuestra guía de lectura de Historias que impactan, de Kindra Hall.

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